* La Concejalía de Seguridad y Emergencias emprende la renovación y mejora de los equipamientos materiales del servicio de vigilancia, protección y seguridad en las playas, instalados en el año 2003
* El gobierno municipal también tiene prevista la inminente licitación del servicio de socorrismo, vencido desde 2017, e incorporar al nuevo presupuesto una partida específica destinada a continuar con la renovación de todo el mobiliario de seguridad playero
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está licitando en estos momentos la adquisición e instalación de 4 nuevas torretas de vigilancia y socorrismo para las playas del municipio por un importe base de 89.720 euros. El plazo de presentación de ofertas finaliza el próximo jueves 7 de diciembre.
La iniciativa la ha asumido el sexto teniente de alcalde y concejal responsable del área municipal de Seguridad y Emergencias, José Carlos Álamo Ojeda, dentro del proceso de renovación y mejora de todos los equipamientos de servicio público de protección y seguridad que se requieren en las playas. Estas 4 torretas, mucho más modernas y con mayores prestaciones que las actuales, son sólo el primer paso.
La intención del gobierno municipal presidido por el alcalde Marco Aurelio Pérez es incluir una partida económica específica en el próximo presupuesto general de este ayuntamiento para continuar con la compra de nuevas torretas para sustituir las actuales, instaladas hace ya 20 años, y además llegar a otras playas del municipio que carecen de ese servicio.
“Este gobierno se ha tomado muy en serio la protección y seguridad en nuestras playas. Tras una legislatura para olvidar, con una nula inversión en salvamento, la situación actual del servicio es inaceptable y sólo se libra por la gran capacitación y profesionalidad del equipo de socorristas”, afirma Álamo Ojeda. “Las nuevas torretas dispondrán de un mejor y mayor equipamiento técnico. Permitirán su interconexión directa con los servicios de seguridad y emergencia, y estarán perfectamente adaptadas para el desempeño profesional de vigilancia y asistencia de los socorristas con las máximas garantías”, dice.
El siguiente paso que dará la Concejalía de Seguridad en las playas será la licitación del ‘servicio de socorrismo, vigilancia y salvamento’, vencido desde el 2017, cuyo pliego de condiciones está prácticamente culminado. “Tenemos como gran objetivo poner nuevamente en vanguardia este importante servicio. Será un antes y un después y acabará, entre otras cosas, con la precaria situación en la que están prestando sus funciones nuestros socorristas, que son fundamentales”.
Con panel fotovoltaico
Las cuatro torretas de vigilancia que están ahora en proceso de compra, modulares y adaptables a todo tipo de playas y de impacto visual reducido, son dos grandes de 4,50 metros de altura y dos pequeñas de 1,2 metros. Todas contarán con un habitáculo con grandes ventanales antireflejos y con filtro antisolar para facilitar la visión total, y de un mostrador delantero para la colocación de los elementos de comunicación y vigilancia. Las mayores contarán con un panel fotovoltaico de 80 watios y batería para la instalación eléctrica. Además dispondrán de intercomunicador de socorro GSM para contactar con Protección Civil y la Policía Local las 24 horas del día. También contarán con un sistema de megafonía con amplificador de 50 watios y de dos altavoces sobre el techo.
Dado que se trata de infraestructuras que reciben un uso diario durante todo el año, el material que se exige para las torretas es el laminado en poliester con fibra de vidrio altamente resistente y de gran durabilidad a la intemperie y resistente a climas salinos y fuertes vientos. Las torretas que se piden (ligeras, rígidas y resistentes) son adaptables a todas las playas, reubicables una vez ensambladas si fuera preciso por la climatología y los cambios de las mareas, y con un impacto visual reducido.
El suministro de este material incluye su transporte y montaje, y deberán contar con los distintivos de calidad y homologación de la CE. La empresa adjudicataria deberá presentar la certificación de los materiales empleados en la fabricación y del manual de conservación e instalación, y una garantía de tres años. El plazo que se establece para ejecutar el contrato de transporte, instalación y entrega del material ya instalado es de dos meses a contar desde el día siguiente a la formalización del contrato.