Jueves, 13 Junio 2024 21:53

El drama de la emigración impregna las paredes del alpendre de Casa Saturninita

El alumnado de Expresión Artística del IES Faro expone en el Centro de Arte de San Fernando de Maspalomas una muestra colectiva sobre el drama migratorio. Uno de sus autores es un chaval senegalés de corta edad que sobrevivió a la travesía con un pensamiento que le sirvió de salvavidas: “Europa o morir”. La frase de Dieng Mbaye da título a la exposición

 

La Sala Alpendre del Centro de Arte Casa Saturninita acoge desde este jueves 13 al lunes 24 de junio la exposición Europa o Morir, del alumnado de 4º E.S.O del IES Faro de Maspalomas matriculado en la materia optativa de Expresión Artística.

 

La muestra es una selección de obras pictóricas que el alumnado ha realizado en torno al fenómeno migratorio y el drama social que este supone. Son once obras realizadas con diferentes técnicas, formatos y soportes. Han utilizado principalmente acrílicos sobre lienzo y madera, y también grafito sobre papel, plástico y cartón. Todo el material ha sido recuperado y reutilizado como un compromiso con la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente, además de aportar una textura y una profundidad única a las obras expuestas. Uno de esos soportes es una manta térmica como las que Cruz Roja utiliza para abrigar a los inmigrantes de pateras cuando arriban a puerto.

 

A la exposición inaugurada por la segunda teniente de alcalde y concejala responsable del área de Educación y Cultura, Elena Álamo Vega, asistieron una nutrida representación del profesorado del centro educativo y por supuesto los siete artistas: Dieng Mbaye, Antonio Yanet, Fidelina Díaz, Viktor Arvin, Diego, Zoe Nanton Ambrosin y Hacham Charki Muñoz. 

 

Elena Álamo agradeció a la representación del IES Faro la elección de Casa Saturninita para visibilizar sus trabajos, como ya hicieran con anterioridad los alumnos del IES Támara y del IES Amurga. “Es una satisfacción colaborar con el centro educativo en la siembra de la semillita del arte”, dijo. Por su parte, el director Daniel Escobar habló de la exposición como “una muestra de los pilares de integración, implicación e innovación por los que se rige el centro. La creatividad es una de las marcas que nos señalan como personas”, afirmó.

 

El profesor de Expresión Artística y comisario de la exposición, Nicolás Camejo, confesó que la llegada de Mbaye al instituto “fue un flechazo, porque recorría sus pasillos con un block de dibujos bajo el brazo”. Aunque no pertenecía a la asignatura, el equipo directivo del centro decidió incorporarlo a la misma “para que siguiera creciendo como artista”. “Quedamos prendados. Fue él quien nos contagió a todos y quien motivó esta exposición, porque nosotros estábamos estudiando dibujo técnico, pero la historia de su viaje en patera, siendo tan joven, abandonando su país y su familia y hermanos… nos impulsó a trabajar esta exposición que es una reflexión en torno al drama de la emigración”, señaló. 

 

Nueve días, nueve noches

 

“Los últimos años hemos visto como nuestras islas, centros de acogida y centros educativos, acogen a menores llegados desde diferentes puntos del continente africano. Este fenómeno migratorio ha generado que la comunidad educativa se vea inmersa en un necesario proceso de reflexión que nos ayuda a entender la realidad de este problema. Una realidad poliédrica, más compleja que la simple exposición de datos estadísticos con los que nos bombardean los medios de comunicación. Convivir con este alumnado en el centro educativo nos está permitiendo conocer de cerca las circunstancias y condiciones en las que se han producido sus dramáticos e inhumanos viajes. Su duración, los problemas surgidos en la travesía por el desierto y por el océano, el impacto emocional tras la llegada a territorio europeo, la adaptación forzosa a la nueva cultura, el nuevo hogar y grupo de amigos. ‘Europa o morir’ es el lema de supervivencia que se gritaba a sí mismo nuestro alumno Mbaye, durante las nueve noches y nueve días que duró su travesía en cayuco desde Senegal a Canarias. La ruta más peligrosa del mundo, en la que cada año se pierden infinidad de sueños y se rompen incalculables grupos de familias. Conocer la dureza de su historia nos ha hecho reflexionar profundamente sobre el fenómeno migratorio y sentirnos obligados a aportar una visión crítica desde el Arte y la creatividad”, afirma Camejo.