Martes, 10 Septiembre 2024 15:47

La Policía Local vigila al sector del taxi

La Concejalía de Transportes y Movilidad Urbana de San Bartolomé de Tirajana incrementa los controles sobre el transporte público de viajeros para combatir el consumo de alcohol y drogas de los conductores. El Ayuntamiento emprende la primera denuncia a un taxista local por consumo de cocaína e inmoviliza su vehículo.

 

La Policía Local del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana y la Concejalía de Transportes y Movilidad Urbana dirigida por el sexto teniente de alcalde, José Carlos Álamo Ojeda, han comenzado a incrementar los controles aleatorios y esporádicos del tráfico rodado dentro del municipio con el objetivo de extremar la vigilancia específica sobre el funcionamiento del sector del taxi y mejorar la operatividad y prestaciones del mismo como servicio público.

 

Esos controles casi diarios en diferentes horarios y en distintos escenarios de la red viaria municipal se han puesto en marcha para ponderar el funcionamiento correcto y legal de este sistema de transporte y la seguridad de sus usuarios, después de que desde el propio sector de los taxistas de Maspalomas se haya trasladado a la Concejalía de Transportes varias quejas ciudadanas alarmadas por un supuesto consumo de alcohol o sustancias estupefacientes por parte de algunos de sus conductores, incluso durante el desempeño de la actividad.

 

En el último servicio de vigilancia que la Unidad de Tráfico y Atestados estableció para el control del transporte público de viajeros el pasado jueves 5, sobre las siete de la mañana, los agentes inspeccionaron la documentación en regla de cinco taxistas a los que también se les practicó las correspondientes pruebas técnicas de detección de alcohol o drogas. Uno de ellos dio positivo en consumo de cocaína.

 

Al taxista en cuestión, un varón de 44 años domiciliado en El Tablero, que presentaba síntomas de encontrarse bajo la influencia de estupefacientes, con ojos enrojecidos, pupilas dilatadas, temblores, movimientos descoordinados, ojeras, somnolencia e incluso dificultades para hablar, se le inmovilizó el vehículo, que fue trasladado posteriormente al depósito municipal, y se le interpuso una denuncia administrativa por infracción grave del artículo 74 de la Ordenanza Municipal de Transporte Público de Viajeros e incumplimiento de la Ley de Seguridad Vial.  

 

La denuncia se ha remitido también a la Consejería de Transportes y Movilidad del Cabildo grancanario como administración responsable de dirimir la calificación final del expediente disciplinario y la correspondiente sanción, que incluso pudiera conllevar la inhabilitación y retirada temporal de la licencia de autotaxi.

 

Preocupación y seguridad

 

“La preocupación trasladada al Ayuntamiento por el sector del taxi y su presunción de que esa situación anómala y negligente pudiera estar extendiéndose, sobre todo entre los nuevos conductores del sector, al que se han incorporado muchos taxistas noveles por fallecimiento o jubilación de los antiguos propietarios de las licencias, está llevando a que el Ayuntamiento y la Policía Local actúen con meridiana contundencia en estos controles”, afirma José Carlos Álamo.

 

“El Ayuntamiento no puede tolerar ni permitir de ninguna manera que nadie que tenga la responsabilidad legal de desarrollar y desempeñar su puesto de trabajo con las máximas garantías de seguridad y eficiencia, como son los taxistas, que ejercen una actividad pública mediante licencia municipal y son además una figura importantísima para la imagen de la municipalidad, incurra en este tipo de comportamiento. Su dejación supone un peligro potencial para su propia vida y la seguridad de otras personas, sean los propios usuarios del taxi, otros conductores o incluso los viandantes”, afirma el también concejal de Seguridad y Emergencias.