Jueves, 10 Abril 2025 19:13

La artista Elia Verona inaugura su propuesta experimental artístico-antropológica centrada en el cuerpo anciano de Pepe Dámaso

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  • La exposición ‘Dámaso, una corpografía’ se presenta en el Centro de Artes Plásticas del Cabildo grancanario el día 10 de abril, a las 19:00 horas

 

Las Palmas de Gran Canaria, 10 de abril de 2025.- En el año 2020, en pleno aislamiento por la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid, el artista Pepe Dámaso, de 87 años, traba amistad con una antropóloga artista 42 años menor que él, a la que siempre llama con aire solemne por su apellido, Verona. Con el tiempo, entablan una relación de complicidad y trabajo conjunto sobre la obra de él que continúa hasta hoy. Dámaso le abre las puertas de su archivo físico ubicado en una habitación a la entrada de su casa situada en la calle Tauro del barrio de La Isleta; así como de su archivo digital custodiado en su ordenador de mesa y también de ese otro archivo más personal y vivo, su memoria y su creatividad.

La creadora Elia Verona (1975), pseudónimo de Noelia Verona Martel, inaugura el día 10 de abril, a las 19:00 horas, en el Centro de Artes Plásticas de la Consejería de Cultura del Cabildo grancanario, su exposición individual ‘Dámaso, una corpografía’, con el que el mencionado centro ubicado en la calle Colón de Vegueta inicia el programa expositivo de su bienio correspondiente a 2025-2026. La nueva entrega de la creadora, que permanecerá abierta hasta el día 16 de mayo, es fruto de una deriva experimental artístico-antropológica centrada en un cuerpo específico y anciano, el del también artista Pepe Dámaso. A través de diversos lenguajes artísticos que van desde la fotografía, el audio o la videocreación, hasta el collage, pasando por el grabado en relieve sobre soportes y dimensiones diversas y transferencias fotográficas, Verona aborda de un modo polifónico el cuerpo de Dámaso ofreciendo al espectador más que una propuesta creativa de hibridación, una hibridacción.

Para la consejera de Cultura del Cabildo grancanario, Guacimara Medina, “el compromiso del artista Pepe Dámaso con el progreso cultural de Canarias ha sido evidente a lo largo de su vida, y esta estrecha colaboración artística con Elia Verona pone de manifiesto no sólo su pasión y militancia por los códigos de la creación, sino su voluntad de apoyar y contribuir con su experiencia y legado intelectual a la propuesta de otros artistas”.

“En este proyecto solo hay verdad y entrega al ser humano”, aseguró Dámaso, que indicó que, hoy por hoy, en la encrucijada en la que nos encontramos, “no podemos estar ensimismados en una estética gratuita del entretenimiento. Mi cuerpo es el cuerpo del mundo tal cual está. Verona reflexiona e indaga en la verdad, la belleza, la bondad… que es lo que nos salvará”.

“Dámaso no ha sido un modelo pasivo”, explicó Verona, cuya relación con el nonagenario artista se fraguó durante cinco años con la finalidad de alumbrar este proyecto. “No había conocido a un creador que tuviera una entrega tan poderosa al arte como tiene Dámaso. La cultura lo atraviesa y nunca envejece porque siempre está creando”, explicó Verona.  

La creadora no hace otra cosa que plantearse en esta muestra una cuestión: ¿Es posible un lenguaje común a la Antropología y al Arte? ¿Cómo se narrarían los cuerpos desde ese nuevo territorio de hibridaciones? Elia Verona, que actualmente es doctoranda con una tesis sobre la hibridación de antropología y arte en el prestigioso Colegio de Michoacán (COLMICH), en México, trabaja con lenguajes figurativos para representar sus reflexiones sobre el cuerpo humano y las biopolíticas que se ejercen sobre él.

La complicidad de Dámaso

“Como artista y antropóloga, mi trabajo es siempre híbrido. Es etnografía traducida al lenguaje gráfico y viceversa. La etnografía hecha por una artista es también un modo de auto-etnografía. En esa búsqueda, he utilizado en ocasiones lenguajes abstractos para representar la complejidad del impulso creativo o la desolación de la muerte, como en las series gráficas ‘Universos’ y ‘Olvirus’, respectivamente”, explica la creadora grancanaria, cuyo trabajo se desenvuelve entre Las Palmas de Gran Canaria, Madrid y diversas ciudades mexicanas del Estado de Michoacán con las que inició su vínculo en 2021.

Verona confiesa que “ha sido imprescindible para esta propuesta el encuentro y la complicidad con Pepe Dámaso, un hombre que ha dedicado la vida a la creación artística y a la vez un cuerpo que, desde la homosexualidad visible, siempre cuestionó la heteronormatividad de los cuerpos. Ahora, desde su vejez activa y lúcida, transgrede nuevamente al cuestionar el desvalor del cuerpo anciano”.

Verona señala que “se trata de un proyecto que transgrede el orden comúnmente seguido en la creación, porque aquí, el artista Pepe Dámaso se vuelve colaborador de mi creación y el tema de mis obras. Dámaso se presta a ser recreado y, al prestarse, se sigue creando a sí mismo”, añade.

“El cuerpo de Pepe Dámaso se muestra en esta exposición a través de distintos lenguajes para que el cuerpo hable a través de diversas voces. Por otra parte, Dámaso no es presentado en esta exposición como la figura emblemática que aparece tan a menudo en los medios de comunicación y en las redes, sino como una piel que envuelve un tiempo transcurrido y una memoria, la piel de un hombre creador, cuyo cuerpo es su creación más continuada en el tiempo. Desde el ser humano único que es Pepe Dámaso, transito hacia la universalidad de la mirada construida socialmente sobre un cuerpo como el suyo, un cuerpo de noventa años. Cuestiono los desvalores que encierra esa mirada actual sobre la vejez y que afirma que el cuerpo válido es el cuerpo sano, joven, útil, productivo, sexualmente atractivo, que se mueve rápidamente, que aprovecha el tiempo, que utiliza la tecnología con facilidad”, concluye la creadora.