Reportaje Fotográfico a Pie de Noticia
La visita comenzó en el municipio más alto de Gran Canaria, Artenara, con una altitud sobre el nivel del mar de 1270 metros, pero a la vez el menos habitado; con una población de unos 1090 habitantes, guarda un encanto y magia inigualables con las maravillosas vistas hacia el Parque Rural del Nublo, donde se puede apreciar el pueblo de Tejeda y en el macizo nos encontramos con el Roque del Fraile, el Roque Nublo, que no es la mayor altura de Gran Canaria, como creen muchas personas, tiene 1813 metros, la mayor altura de la isla es el Pico de Las Nieves con una cota de 1956 metros, y por último el Bentaiga. Este municipio se encuentra a unos 50 kilometros de Las Palmas de Gran Canaria.
La visita continuó en las Casas Cuevas de Artenara, museo etnográfico propiedad del ayuntamiento artenarense, adquiridas a mediados de los años 90 del siglo pasado y decoradas a la antigua usanza, de como vivían los habitantes del siglo XIX y avanzado el XX.
Otro encanto de Artenara es la ermita de la Virgen de La Cuevita, patrona de los Grupos Folclóricos y de La Carrera Ciclista de Artenara, labrada en la piedra de la montaña y que tiene unas vistas impresionantes hacia el macizo del Roque Nublo y el Bentaiga. Un dato curioso de Artenara es que muchas personas creen que este municipio no tiene costa, pero si que tiene una pequeña y desconocida playa, con unas calas de dificil acceso y que muy pocos han podido conocer, cuyo nombre es Las Arenas.
Si impresionantes son las bellezas de Artenara, no menos son las del área recrativa y de acampada del Parque Natural de Tamadaba, en ella se encuentra unos de los pinares mejor conservados de Gran Canaria, el enclave tiene unas 7538,5 hectáreas. Abarca los municipios de Agaete, Artenara y La Aldea de San Nicolás, con unas increibles vistas desde el Mirador de Los Llanos de la Mimbre, donde se puede apreciar los grandes barrancos hasta llegar al mar, la imponente puesta de sol con el Teide en el horizonte, también se puede ver el Roque Faneque, el puerto de Agaete los riscos de La Aldea y toda la zona de Gáldar y la montaña de Ajodar. Si usted quiere acampar ahí debe saber que hay que solicitar un permiso especial en el Cabildo de Gran Canaria y que no se puede hacer fuego alguno está totalmente prohibido, no así si usted va solo por unas pocas horas a comer y obsevar las maravillosas y fantásticas vista.
Este enclave ha sido merecedor de una composición musical del insigne folclorista guiense, Néstor Álamo y sus dos primeras estrofas dicen así:
Tierra mía
pino verde y negra playa
tierra de mis alegrías
¡ ay ! pinar de Tamadaba
Allá abajo están Las Nieves
por el cielo anda el pinar
el Teide levanta un grito
sobre las olas del mar.
Pinchar Primera Foto para Modo Diapositiva